26 de febrero de 2014

¿Podemos todos ser empresarios?

¿Qué es ser empresario?, ¿Existen características especiales que poseen estas personas? ¿Todos podemos ser empresarios?, ¿las aptitudes que poseo son las necesarias y adecuadas para convertirme en un buen empresario?

Peter Drucker, reconocido investigador, autor de diversos libros sobre administración indica que el empresario no posee características especiales y que en sí éstas no son necesarias; que él personalmente ha sido testigo de cientos de casos en los cuales personas comunes se han desenvuelto de muy buena forma como empresarios.

La definición indica que "El empresario personaliza la actuación de la empresa siendo la figura representativa que, según sus motivaciones, persigue unos objetivos coherentes con los fines a conseguir por la empresa en un intervalo temporal. En definitiva el empresario se constituye como el órgano individual o colectivo encargado de establecer los objetivos empresariales y la toma de decisiones oportunas para alcanzarlos". Según esta definición, el empresario puede ser cualquier persona, sin importar las cualidades que posea.

Sin embargo, las estadísticas son abrumadoras, en México, de cada 10 empresas creadas, solo dos llegarán a su segundo año de operación. ¿Son sólo las circunstancias que hacen la diferencia entre el éxito o el fracaso de una empresa?

Según Spencer, entre toda una corriente de autores, existen factores específicos que pueden determinar, con cierto grado de certeza, si un empresario tendrá elementos suficientes para llevar de forma adecuada su negocio. Los factores que intervienen de manera decisiva en el posible éxito del empresario son: La capacidad para dirigir, la asunción de riesgo, la toma de decisiones, el empleo de la planeación y el uso eficiente del tiempo.

La capacidad para dirigir. Aquel empresario que dirige de manera adecuada a los trabajadores, logra los resultados buscados. Ya sea que dirija a decenas o miles de personas la dirección es uno de los elementos fundamentales para el buen funcionamiento de la organización. El empresario es el principal responsable del rendimiento de sus colaboradores y de él depende en buena medida el desempeño de los trabajadores, brindando las condiciones que se requieren para el desarrollo de sus habilidades.

El riesgo. El empresario no es un jugador, le agradan los retos o los proyectos que entrañan cierto riesgo, donde sabe que él puede participar con su esfuerzo y talento para reducirlo. Es una característica fundamental para el desarrollo de la organización, ya aquilatando el riesgo de forma realista - sin temor innecesario, y lo más realista posible- es como se pueden aprovechar las oportunidades que el mercado ofrece.

La toma de decisiones. En muchas ocasiones, las decisiones que debe tomar el empresario son sin mucha información y sin contar con el personal experimentado que le auxilie. Lo más normal es que examine el problema desde diversos enfoques y trate de encontrar una solución creativa para cada uno de los problemas a los que se enfrenta. No siempre se encontrará la decisión más acertada, se tendrá que corregir y plantearse nuevas interrogantes, sin embargo, es el camino más adecuado para ir desarrollando esta cualidad, ya que a medida que crezca su experiencia en la toma de decisiones aumentará su confianza.

Utilización de la planeación. Una buena planeación debe basarse en las necesidades, objetivos y metas de la compañía, tomándose en tiempo que fuera necesario para ello, ya que será un tiempo muy bien invertido. La planeación puede ser a corto, mediano y largo plazo. En cuanto a esta última, lo recomendable es revisarlos constantemente ya que las circunstancias y el entorno cambian constantemente. Referente a la planeación a corto y mediano plazo, por lo general es una capacidad inherente a todo empresario.

El uso eficiente del tiempo. Algunas formas de hacer un buen uso del tiempo es establecer objetivos y metas, marcar fechas para alcanzarlos y reservar el tiempo preciso para las actividades importantes. La búsqueda de oportunidades y la solución de problemas es la esencia del empresario, por tal motivo se le debe reservar el tiempo que sea necesario, invirtiendo en las demás actividades un menor tiempo.


Las características anteriores están presentes en mayor o en menor grado en todos los empresarios. Lo importante es detectar aquellas que están menos desarrolladas y mediante trabajo constante lograr adquirir experiencia en esa área en particular, de tal forma que se logre un equilibrio y un desarrollo armónico en las habilidades que posee el empresario.

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Fuente:CNN

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