26 de febrero de 2010

Relaciones Públicas. Por que y Para qué.

Las Relaciones Públicas según J.C. Seydel:
“Son un proceso continuo, por medio del cual el personal directivo trata de obtener la buena voluntad y la comprensión de sus clientes, sus proveedores, sus empleados y el público en general. Para ello usa, interiormente, el autoanálisis y la corrección de sus propios errores y exteriormente, todos los medios de comunicación a su alcance.”

Public Relations News:
“Las Relaciones Públicas son una función gerencial que evalúa las aptitudes públicas, identifica las políticas y procedimientos de una organización con el interés público, y ejecuta un programa de acción para ganar aceptación y entendimiento público”.

Sociedad de RR.PP. de Norteamérica:

“Tienen por objeto favorecer una mejor comprensión y colaboración recíproca entre diversas personas o grupos de personas, organismos y comunidades de la sociedad moderna”.

El concepto de Relaciones Públicas ha variado con el correr del tiempo, pero hoy su principio fundamental es que una organización existe no solo para provecho propio, sino para el de todos; y privilegia la necesidad de servir al público.


Todos sabemos que una empresa es un grupo humano que "emprende". Emprende acciones sobre su entorno, toma iniciativas, actúa, se relaciona y asume riesgos. La empresa es acción por definición y la comunicación tiene que convertirse en una acción de la empresa. Actuar es una forma de comunicar.


Todo lo que hace la empresa, lo publique o no, es comunicación. Es el sistema nervioso central de la empresa, el que controla toda su actividad y su relación con el entorno. En la comunicación, lo importante no es el que habla, sino el que escucha. El que escucha debe adaptarse al que habla, tiene que entender cuál es su lenguaje, sus códigos, sus expectativas, su cultura, sus motivaciones y sus deseos.


Comunicar no es algo que le hacemos "a" los públicos, sino "con" los públicos. La comunicación eficaz es interacción, debe producir una propuesta verificable en su destinatario. Los resultados de la comunicación deben ser comprobables y evaluables.

La cultura interna, la identidad, la imagen y la comunicación son decididamente corporativas, en el sentido de que toda empresa es un "corpus", un todo armónico e indivisible. La comunicación corporativa es la suma de las diferentes formas de la comunicación empresarial: interna-externa, institucional-comercial, interpersonal-mediática.

La comunicación, ya sea de índole publicitaria, de relación o promocional, no debería ser concebida como una función más, separada y adosada artificialmente a la de la empresa, sino como parte de esa acción.

La comunicación corporativa es indisociable del servicio. El servicio es comunicación y relación. El servicio son las personas y la relación entre personas. En él confluyen, dotándolo de valor, la cultura, la identidad y la imagen de la empresa.

Servir es lo contrario de dominar. Es una actitud orientada al público en la cual deben converger el principio de la comunicación (lo más importante es el receptor); el principio del marketing (lo primero es el cliente); el principio de las RRPP (lo esencial son las personas) y el principio de la ética empresarial orientada a la utilidad social.

El público debe comprender el servicio que se le ofrece. Porque él participa del servicio que utiliza. Los servicios no son cosas ni objetos, sino datos, información, recuerdos y promesas. El servicio es un flujo de relación entre el público y la organización. Lo verdaderamente importante es asegurar la continuidad de las relaciones entre el público y la empresa.
Estas son más importantes que los precios bajos, las promociones o la tecnología más avanzada. La tecnología sólo tiene sentido en la medida que sirve al público. El servicio es diferenciador.
La calidad del servicio no depende de su cantidad ni de su diseño, sino de la relación que se logre entablar con el cliente.
La calidad siempre es "la calidad según el cliente". Calidad objetiva no siempre equivale a calidad percibida.
La imagen de la organización es lo que la empresa es "para mí". Para los públicos, la imagen es la realidad. La imagen de la organización es una representación mental. Es la suma de percepciones, recuerdos, emociones, ideas y experiencias vividas, filtradas por la memoria y las motivaciones de cada individuo.
La imagen pública es la suma de muchas imágenes individuales que coinciden.
Una imagen no cuesta mucho dinero sino que cuesta mucha constancia y consistencia para crearse una buena reputación. Pero más importante que cuánto cuesta, es cuánto vale y siempre vale mucho más de lo que costó. Costo y valor no son sinónimos.
Para que la organización tenga una "buena reputación" en el mercado deben preocuparse no sólo por lo que dicen sino por lo que hacen y porque ambas cosas constituyan un mismo y único discurso.
La publicidad es una herramienta más de la comunicación. Un instrumento que debe ser coordinado con todos los demás que integran los recursos comunicacionales de la organzación. La gente ya no se conforma sólo con publicidad. La gente quiere saber, quiere información. La información se ha vuelto más importante que la seducción. De la "ideología del consumo" se ha pasado a la "cultura del consumo".

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