Seguir la regla SMART nos ayuda a establecer nuestros objetivos correctamente y nos permitirá controlar su cumplimiento.
1. Los objetivos deben ser Específicos
Es decir lo más concretos posibles para poder identificar lo que se deseas lograr.
Napoleón Hill dice que una de las reglas del éxito es la definición precisa de objetivos. Por ejemplo: ‘Voy a ponerme en forma’ no es un objetivo específico. ‘Voy a correr 30 minutos diarios de lunes a viernes’ si es específico.
2. También deben ser Medibles
Para poder saber si lo estamos cumpliendo o no estamos llegando a lo que nos habíamos propuesto. Al medir un objetivo podemos compararlo con la planificación o con el objetivo y decidir en caso de desviaciones o variaciones que medidas correctivas vamos a tomar. El ejemplo anterior de correr 30 minutos cada día es medible, y por tanto está correctamente planteado ya que permite saber si no se está cumpliendo.