1. Desarrolla una visión clara de tu proyecto
Como todo en la vida, si quieres tener un blog que funcione, que tenga éxito, has de empezar por construir unos cimientos sólidos para tu proyecto. Y esto en el blogging empieza con elaborar una visión clara de tu proyecto, y no sólo en el blogging sino en cualquier proyecto que quieras llevar a buen término.
Sí lo sé, esta idea puede parecer de perogrullo, de sentido común básico, nada sorprendente y no te quito la razón.
Pero el quid de la cuestión es que sigo observando que la enorme mayoría de los bloggers simplemente no la aplica o, al menos, no la aplica en serio. Por eso creo que es una buena idea insistir en ella. Es aquí donde se decidirá en gran parte el éxito o fracaso de tu proyecto y no basta con tener cuatro ideas felices, es un trabajo de muchas horas de reflexión, iteración y refinamiento.
Sin una visión clara, sin concretar a dónde quieres llegar y cuáles son los objetivos intermedios que quieres/necesitas cumplir y cuáles son las acciones necesarias para conseguirlos, acabarás como un barco a la deriva yendo de un lado para otro sin un rumbo claro.
Todo proyecto necesita una organización en condiciones, es obvio. Pero quizás no sea tan obvio que aún más importante que esto es el hecho de que a nivel psicológico todos necesitamos un camino marcado, unas metas y pequeños éxitos que consisten en ir cumpliendo esas metas para mantener la motivación durante el viaje hacia el objetivo.
Si lo consigues, genera una sensación progreso, de hacer cosas con sentido, de ir hacia alguna parte. Si no logras tener esa sensación, te aseguro que es sólo cuestión de tiempo que te aburras, cuestiones tu proyecto y lo acabes abandonando. Por eso es tan importante desarrollar una visión bien desarrollada que te permita ir por un camino coherente.
Verás alguna historia de éxito donde el autor confiesa no haber tenido una visión clara cuando su blog ha sido, sin embargo, un gran éxito, es más, este mismo blog empezó así y es algo normal. Pero ten muy claro que en algún momento el autor centró el proyecto, no ha estado deambulando todo el tiempo, si no jamás habría llegado a llevar su proyecto a buen término.
Por eso, si quieres hacer las cosas bien, es muy importante que te sientes con calma delante de un simple papel, una herramienta de mapas mentales o lo que tú quieras para plasmar tu proyecto y definir hitos concretos. Esto te permitirá trabajar día a día en ellos y, cuando los vayas cumpliendo, celebrar esos pequeños éxitos que te ayudarán a mantener la motivación.
Ojo, el primer día igual acabas con el papel en blanco, es normal. No pasa nada, hay que tener también muy claro que esto no se hace en dos días, ni probablemente tampoco en dos semanas.
Esto es un proceso vivo que puede tardar fácilmente meses, lo importante es la visión a dónde quieres llegar, tu gran objetivo global y tener en todo momento una también visión de los objetivos más pequeños a corto y medio plazo para ir caminando hacia ese gran objetivo final.
Así estarás durante años y cada X tiempo volverás a revisar tu visión y tu plan, y así sucesivamente. No pasa nada, es lo natural pero estarás haciendo las cosas con coherencia y disciplina desde el día uno.
2. Haz las preguntas claves
Un enfoque muy bueno para desarrollar la visión de tu proyecto es encontrar respuestas a las preguntas adecuadas. Las preguntas dependerán en gran medida de cómo es tu proyecto, pero también hay muchas preguntas comunes a todos ellos que te ayudarán mucho y con respecto a éstas te puedo dar pistas.
Aquí te propongo algunas de las más importantes, válidas para prácticamente cualquier proyecto. Te recomiendo que intentes contestarlas con la más absoluta sinceridad y contrastandolas con otras personas si tienes la oportunidad:
¿De qué quieres hablar en tu proyecto y de qué no?
¿Realmente te motiva?¿Te ves escribiendo años sobre estos temas?
¿Existe realmente un público para esos temas o es algo que sólo te interesa a ti y a dos gatos más? ¿Cómo de grande es ese público?
¿Cómo de concurrido está el nicho en el que te pretendes meter?
¿Cómo es tu lector tipo o lector(es) ideal(es)? Intenta describirlo con la mayor concreción posible.
¿Cuáles son sus necesidades? ¿Qué es lo que más les “duele”?
¿Cómo puedes aliviar tú ese dolor? ¿Cuál es tu aportación de valor?
¿Qué te diferencia de los demás? ¿Por qué alguien podría/debería preferir leer tu blog antes que otros sobre la misma temática?
¿Cuáles son tus mayores fortalezas a las que les puedes sacar partido para diferenciarte en tu blog de los demás?
¿Tiene potencial para generarte algún día ingresos? ¿Existen productos o servicios tuyos o de terceros que encajen con tu temática, que sean de calidad, que aporten realmente valor a tus lectores y que podrías recomendar desde tu blog de una manera natural?
Son tan sólo unas pocas preguntas, pero pueden tener un gran impacto para definir y concretarmucho más por qué derroteros ha de ir tu proyecto y por cuáles no.
Ahora bien, insisto una vez más: esto no se madura en dos días, es algo que tiene que “macerar” bien y eso lleva su tiempo. Así que no te agobies si no lo tienes todo claro en dos días.
3. Lo que vayas a hacer, hazlo con amor
Una de las cosas que he aprendido en estos años como blogger es que con la gente que hace las cosas con pasión no se puede competir, salvo que tú sientas esa misma pasión que ellos.
Si quieres hacer algo bien, por encima del conocimiento, talento y la inteligencia (dentro de unos márgenes razonables, se entiende) el factor que hará que destaques sobre otros es la pasión, el amor con el que haces las cosas.
Una persona que hace algo con pasión es feliz haciéndolo, tiene los 5 sentidos puestos en ello, la mente se le va las 24 horas del a ello sin que se de cuenta y no le importa porque para él eso no es trabajar, es disfrutar.
¿Cómo va a competir con eso una persona que se dedica a lo mismo, pero con mentalidad de “ir a fichar”?
No puede, es imposible competir así, incluso aunque tengas más conocimiento y seas más inteligente. Si no eres capaz de trabajar en tu blog con pasión, déjalo, busca otro proyecto que te llene de verdad.
Por eso, te hartarás de leer bloggers que te recomiendan que tu blog se dedique a algo que te apasiona, porque hay mucha gente ahí fuera haciendo lo mismo que tú poniendo el listón muy alto. No puedes competir con ellos si no tienes pasión y meterte a hacer algo claramente peor que ellos no tiene sentido, es absurdo.
Si llegas a un punto en el que no eres capaz de sentarte para crear con calma y un poco de cariño tus los contenidos, analiza bien es simplemente un bache normal de agotamiento o hay un problema de fondo con tu proyecto y tiene sentido seguir.
4. Interioriza la actitud de pasar a la acción
Los humanos tenemos, por lo general, una gran tendencia a procrastinar, es decir, de aplazar una y otra vez las mismas cosas.
Por ejemplo, el consejo nº1 de esta lista, mal interpretado, será para muchas personas la excusa perfecta para procrastinar meses enteros buscando ese “proyecto perfecto” que no existe.
Otras personas encontrarán la excusa para procrastinar en no considerarse lo suficientemente expertos en el tema que les apasiona como para escribir en público algo “decente” sobre ello. Y así un largo sinfin de excusas baratas para no ponerse manos a la obra.
¡Craso error!
¿Sabes por qué? Porque en esos meses de procrastinación probablemente tu entusiasmo inicial se vaya apagando poquito a poco hasta desaparecer por completo porque no tienes feedback de nada concreto, no ves ningúnn producto, ningún resultado de tu actividad.
Esto es tremendamente desmotivador y debido a ello corres el peligro de acabar aburrido de ti mismo.
Examínate honestamente a tu mismo, si crees que puedes estar pecando de este tipo de comportamientos, te doy el mejor consejo de blogging y para la vida de todos los que te puede dar: date una patada en el culo a ti mismo, aprende a pasar a la acción y borra del mapa cualquier excusa que trate de impedirlo.
Concretamente, aplicado a los ejemplos antes citados:
Si no tienes claro aún cómo debe ser tu proyecto, ¿qué te impide, por ejemplo, crear mientras tanto un blog experimental en WordPress.com (que es gratis y se crea en 5 minutos) en el que vas probando contenidos y todo tipo de cosas mientras que vas perfilando tu proyecto definitivo?
Te lo digo yo: nada.
Tampoco vale la excusa de que tienes que diseñar un logo primero y tonterías similares, vale perfectamente con una plantilla por defecto, sin logo, con el primer nombre que se te ocurra, incluso con un seudónimo para vencer esa vergüenza inicial tan típica (aunque te aconsejaría usar desde el principio tu nombre real con un gravatar con foto).
Así verás qué tal se te da redactar, si eres capaz de publicar con un ritmo fijo, el trabajo real que implica crear contenidos y todo lo demás. Puedes probar ya a compartir algún contenido y ver cómo reaccionan los lectores (aunque sólo sean amigos, familia o conocidos inicialmente), etc., etc. etc.
Y, sobre todo, ves resultados concretos de tu actividad, no humo. Sólo eso en si mismo ya debería ser positivo para motivarte a seguir.
Además, creeme que aunque no te lea absolutamente nadie, aunque sólo escribas contenidos para ti mismo, eso por sí solo ya te dará un gran feedback de sensaciones, ideas y reflexiones que te ayudarán mucho a moldear poquito a poco la visión de tu proyecto definitivo.
Por otra parte, con respecto a la excusa de “no ser experto”, si algo realmente te apasiona, ¿me quieres contar que no tienes ya los conocimientos suficientes como para escribir algo decente sobre ello?
¿Sabes cómo se define en EEUU en un tribunal a un “experto”? Como una persona que tiene un conocimiento por encima de la media de las personas en una materia determinada.
Es decir, con que sepas una cosa más que los demás, según esta definición ya serías un experto.
¿Me quieres contar que en un tema que te apasiona no llegas a ese requisito mínimo? Me vas a perdonar, pero no me lo creo…
Otra cosa es que sientas algo de miedo escénico, eso es tan normal como injustificado, créeme: descubrirás que la gente valorará muuucho mejor lo que haces de lo que te imaginas y que tus miedos no tenían ninguna razón de ser.
Así que recuerda: ser capaz de pasar a la acción y perseguir tus objetivos hasta alcanzarlos es una de las cosas más importantes que diferencian a los perdedores de los ganadores. Y perdona por la dureza de la expresión, pero nos guste o no es una verdad como un templo.
5. ¿Estás dispuesto a trabajar de verdad?
Mucha gente tiene una idea un tanto ingenua de un blog, de una cosa divertida, que está de moda, que mola y tal y cual.
Esta gente no son en absoluto conscientes del trabajo que conlleva un blog “serio”, es decir, un blog que publique con cierta disciplina de manera periódica, al menos, una o dos nuevas entradas a la semana, que se esfuerce en la calidad de sus contenidos, etc.
Como norma general te diría groso modo que para que un blog pueda funcionar hay que invertir mínimo, mínimo, unas 10 horas semanales, no diré que es imposible, pero muy difícil si te quedas por debajo de eso. Y esto incluye la creación del contenido, su maquetación, hacer una labor de difusión, contestar comentarios, etc.
Conforme creces, ese trabajo aumenta tremendamente. Te puedo decir que en mi caso, por ejemplo, sólo entre contestar comentarios en el blog y atender el email se me va bastante entre media hora y una hora entera cada día. Ahora bien, también es cierto que estamos hablando de un blog que en este momento cuenta con una media de unas 5000 visitas al día.
¿Te apasiona el tema realmente lo suficiente como para dedicarle ese tiempo? ¿Estás dispuesto a renunciar, al menos algo, a otras cosas (horas de TV, deporte, copas,…)?
Piénsalo bien porque si la respuesta es no, probablemente sea una pérdida de tiempo absoluta que te metas en el mundo del blogging salvo que te des por satisfecho con tener un blog sin mayores aspiraciones, lo cual, por supuesto, es muy loable también. Pero ten claro que en ese caso, ese será tu techo y no te frustres por ello.
6. Busca uno o varios hitos que te motiven sobremanera y trata de conseguirlos pronto
Entre todos los peligros para tu proyecto de blog, yo diría que el mayor es el de perder la motivación. Si buscas en Google, verás muchas referencias a la famoso frase de que “el 95% de los bloggers abandonan su blog después del primer año” y es por eso.
Como en todo, al principio uno empieza con mucha motivación y disfruta del proyecto sin más. Pero hay un momento en que eso ya no es suficiente, se van acumulando muchas horas de trabajo y el cuerpo te va pidiendo obtener algo a cambio.
Es difícil concretar el punto exacto en el que llega ese momento, varía mucho según la persona y el proyecto. En algunos casos serán pocos meses, en otros años, pero te aseguro que tarde o temprano le llega a todo el mundo.
Por otra parte, al principio te conformas con poca cosa, ver las primeras veces cómo la gente comparte tus contenidos o el primer comentario te dará un subidón. Pero normalmente llega también un momento en el que te acostumbras, y eso tampoco ya será suficiente para “pagarte” las 10 o más horas semanales que le echas a tu blog por mucho que lo hagas con pasión. Y es que por mucha pasión que haya, necesita también que le den de comer.
Por ese motivo te recomiendo encarecidamente que en esa visión de tu proyecto incluyas también la tarea de encontrar factores de motivación “sostenibles” que te generen un beneficio claro y permanente.
El ejemplo más simple de esto es el dinero. Si logras encajar un modelo de monetización sostenible con tu blog que te dé, por ejemplo, un pequeño sobresueldo de 200€ o 300€ al mes haciendo algo que te gusta, te aseguro que ya tendrás motivación para los restos…
En mi caso hubo dos momentos así: un primer momento poco meses después de empezar con el blog, aún con muy poco tráfico, experimenté por curiosidad con publicidad AdSense. Todavía recuerdo que el primer mes gané menos de un euro.
Pero aunque los ingresos eran simbólico el hecho en sí de que el blog fuese capaz de generar dinero con una actividad que me gusta y, además, de una manera “pseudo-automática” (lo que se conoce también como “ingresos pasivos”). Eso me fascinó, me hizo ver que el blog podría generar unos pequeños ingresos extras, que siempre vienen bien para la apretada economía familiar, y eso me dió un chute de motivación en el momento adecuado.
El segundo momento fue bastante más tarde, allá por el 2013 cuando empezaba a ver realista que algún día este proyecto me permitiera vivir de él al 100% y convertirse en la llave para desarrollar mis actividades y proyectos de manera independiente, bajo mi exclusivo criterio, sin depender de jefes y empresas. Eso fue un segundo chute de motivación que en muchos momentos me ha permitido sacar fuerzas de donde no las había.
Ahora ese momento ha llegado. Hoy ya sería perfectamente posible dedicarme al blog al 100%, aunque por mis circunstancias actuales, que no vienen a cuento ahora, prefiero no dar el paso aún.
En cualquier caso, dentro de poco retomaré este tema en un post especial ya que la sorpresa que anuncié antes del verano tiene que mucho con ello :)
Pero no todo es dinero, pueden ser otro tipo de satisfacciones, por ejemplo, que tu blog te conecte con personas a nivel profesional o con las que compartir simplemente una actividad que te apasiona.
Se me ocurre, por ejemplo, un blog dirigido a músicos que te conecte con otros músicos, que al hilo de esto acabes montando iniciativas y proyectos con estas personas, que dé un impulso adicional a tu marca personal dentro del mundillo o simplemente te diviertan, etc. Este podría ser un ejemplo escenario en el que quizás no haya un beneficio económico directo o indirecto claro, pero donde existe otro tipo de recompensa que hace tu motivación sostenible en el tiempo.
Por tanto, búsca más pronto que tarde ese factor de “motivación sostenible” que sabes que te va a funcionar.
7. Trabaja siempre con orden, lógica y organización
O podríamos decir: no dejes de utilizar la cabeza.
Entiéndeme bien, no estoy llamando tonto a nadie, no es eso en absoluto. Me refiero a que todos tenemos poco tiempo y ya hemos visto que un blog consume mucho tiempo.
Estas dos circunstancias juntas hacen estragos: muchos bloggers, incluso algunos bloggers conocidos, van como pollo sin cabeza todo el tiempo, fruto de dejarse llevar por el agobio creado por una falta de tiempo crónica. Y así es muy difícil acertar con tus decisiones.
Por tanto, mi consejo es simplemente: vigila que no entres en esa dinámica y procura que lo que hagas tenga siempre orden y coherencia. Y si te pillas a ti mismo yendo como pollo sin cabeza, para inmediatamente, sacrifica cosas, déjalas de lado para más adelante, decíde cuales son las importantes que puedes abarcar y céntrate exclusivamente en ellas. No pasa nada.
Te aseguro que a medio plazo serás muuucho más productivo así aunque al principio puedas tener la sensación de ir más despacio.
Fuente
PU-RE RELACIONES PÚBLICAS
Córdoba 1868 P.1 Of. 111
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